miércoles, 12 de diciembre de 2012

Flirteo en primavera.



Ella me volvió a mirar.

Dulces ojos negros que iluminan mis deseos reprimidos.

Sonrisa que destella en mis esperanzas de amor.

Ella es una desconocida con la que siempre me la encuentro

en primavera.

Abro la ventana para poder expulsar la opresión del trabajo 

indeseable y solo veo más opresión del capitalismo.

Aún así, pienso en ella y en sus labios, en su mirada,

 en su hechizo de sensualidad indescriptible.

He llevado una vida en que le rindo culto al flirteo.

He llevado una vida en que no he encontrado el amor…

Y solo me queda ella y su sonrisa.

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