No creas que he vuelto para vengarme
de ti,
he regresado por mí mismo,
con los mismos fantasmas y miedos de
siempre...
Pero esta vez, con la esperanza de
ignorarte,
porque sé que siempre el dolor va
estar en mi,
y en ti la malicia de destrozarme
como coyolobos endemoniados
que buscan su comida desbocados por
la furia del hambre...
Lo que me hiciste no tiene perdón
y aun así te quiero...
y aun así te espero...
Aunque sé que nunca llegarás a
besarme, a decirme te quiero.
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