lunes, 20 de diciembre de 2010

HISTORIAS DE PATOS


Hace unos meses se sancionó en Argentina la Ley de Matrimonio Igualitario que permite que personas del mismo sexo puedan contraer matrimonio ante el Estado. Hubo polémicas al por mayor, por un lado estaban los que argumentaban que los homosexuales eran enfermos, diabólicos y perversos que a diestra siniestra violaban al que se les pasaban por sus narices y que además los homosexuales no eran hijos de Dios; y los que decían que la homosexualidad era una forma de elección de vida, de libertad y que además tenían  “beneficios” ante el Estado de Derecho. En realidad no quiero profundizar sobre las discusiones que se produjeron antes, durante y posterior sanción de la Ley. El tema es que hace unos días vi la película “Temporada de Patos” del cineasta Fernando Eimbcke, ustedes recuerdan este film mexicano del año 2004 sobre la historia de dos amigos que se adueñan de un departamento en ausencia de los padres de uno de ellos y donde se suman a sus horas placidas de videojuegos y cocas colas, una vecina y un repartidor de pizza y en donde entablan una amistad que tal vez cambien sus vidas. En estas cuatro historias hay una que me recordó algo que me pasó cuando tenía nueve años. Esa historia es cuando uno de los dos amigos intenta besar a su otro amigo, contándole la historia que el vivió con una chica (No quiero contar tantos detalles para resguardar las sorpresas para la gente que no vio el film).
Cierta vez un amigo llamado Fernando,  mientras veíamos Robotech, me preguntó  si alguna vez había besado una chica y yo le conteste que si y el me volvió a preguntar que si alguna vez había besado un chico, y yo le conteste que no, y  dijo “¿Queres hacerlo?”, yo no conteste nada. Entonce el se acercó y me dijo “cerra los ojos”, los cerré y me besó. Entonces me preguntó “¿Te gustó?”, no le conteste. El me miró,  yo lo miré, sus ojos penetraban los míos, me sentí nervioso por primera vez en mi vida, y el se volvió acercar, y me volvió a besar, y preguntó “¿Ahora te gustó?” y yo no le dije nada.  
Lo que el nunca supo que su segundo beso fue impresionante de raro, delicioso y magnifico. Hasta el día de hoy (han pasado 22 años de aquel suceso cotidiano) sigue siendo el mejor beso que he tenido. Veintidós años después los homosexuales se pueden casar en mi país de la Libertad.  Hoy Robotech no esta en el aire, soy heterosexual pero algunas veces pienso en esa pequeña anécdota de mi vida. Algunas veces se filman películas llamadas “Temporada de Patos”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario